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Salud

Venta racionada de medicamentos: otro padecimiento para los cubanos

Dipirona a 600 pesos, Omeprazol a 500, Salbutamol a 800, Amoxicilina a 1.000, Clonazepan a 3.000, Ibuprofeno a 500 y Ketotifeno a 500… el mercado negro sigue ocupándose del abastecimiento.

La Habana
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Medicinas en Cuba. DDC TV
Una farmacia en La Habana.
Una farmacia en La Habana. Diario de Cuba

Ante el déficit del cuadro básico de medicamentos, las autoridades de Salud Pública en la Isla agudizan el racionamiento de aquellos incluidos en la lista de "controlados", una medida que, a criterio de muchos habaneros, se convertirá en "otro padecimiento a sufrir".

Un artículo publicado recientemente en Tribuna de La Habana, órgano del comité provincial del Partido Comunista, propone la distribución de los medicamentos del tarjetón por la numeración de la libreta de abastecimientos. "El fundamento es que al menos así habría garantía de acceder a los fármacos en un período de tiempo, pues la realidad es que se acumulan los meses y a no pocos les resulta imposible comprarlos por la vía oficial", señala la publicación.

"Si ya estos medicamentos estaban 'controlados' por un sistema, que es el tarjetón, cuál es el sentido de añadir otro mecanismo de control, otro documento que te aleja un paso más de adquirir tu medicina en la farmacia", cuestiona Santiago Sepúlveda, vecino del reparto Mañana, en Guanabacoa.

"Tanto la Revolución como el Gobierno deberían darse por vencidos. Llevan décadas experimentando, poniendo parches, construyendo castillos en el aire, sin importarles que está en juego la salud y la vida de las personas. Llevan décadas que no producen ni garantizan una aspirina, culpando al bloqueo, pero no a la incapacidad de sobreponerse a ello. Ni esta medida ni ninguna otra va a solucionar el problema porque sencillamente no hay medicamentos. Y racionarlos es, sin exageraciones, un crimen en toda regla", fustiga Sepúlveda, a quien no puede faltarle el captopril, fármaco que controla su presión arterial alta.

La publicación de Tribuna reconoce que la disponibilidad y distribución de medicamentos hace varios años que no satisface la demanda por las dificultades financieras del país. Acto seguido culpa al embargo de "obstaculizar o impedir la adquisición de materias primas y medicamentos".

En el mercado informal, medicamentos como el captopril y enalapril se venden a 500 pesos el blíster. Para un salario y una pensión mínimos —2.100 y 1.528 pesos respectivamente— "es un verdadero dilema elegir entre morirse de hambre o por la descompensación de la presión arterial", acota Roxana Valenzuela, vecina del consejo popular Cojímar, y quien asegura llevar casi dos años "interrumpiendo todos los meses el ciclo de medicación".  

"Bloqueo no, lo que no tienen es vergüenza ni compasión. Cómo los particulares pueden sostener un mercado de medicamentos importados y el Gobierno no. Cómo los particulares pueden sostener un mercado de alimentos y el Gobierno no. Porque ninguno de los medicamentos que se venden al margen del Estado son de producción nacional, sino que todos son importados. Así que no pueden, aunque lo intentan, culpar a los de siempre: a los acaparadores, especuladores, revendedores y coleros. No producen, ni pueden sustituir importaciones. Ni siquiera pueden garantizar a las mujeres la imprescindible íntima", fustiga Valenzuela. La Empresa Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos (ENCOMED) reconoció que, desde inicios de 2023, las mujeres de la provincia Ciego de Ávila no han recibido el suministro de almohadillas sanitarias. Con variaciones, la situación es similar en todo el país.

Dipirona a 600 pesos, Omeprazol a 500 pesos, Salbutamol a 800 pesos, Amoxicilina a 1.000 pesos, Clonazepan a 3.000 pesos, Ibuprofeno a 500 pesos y Ketotifeno a 500 pesos, son unos pocos ejemplos del amplio catálogo de medicamentos que se ofertan a través de redes de mercados informales, a lo largo de la Isla, con mensajería a domicilio incluida.

"Estas farmacias informales están totalmente abastecidas con todos los medicamentos. Desde antibióticos, pomadas e inyecciones, hasta anticonceptivos, colirios, multivitamínicas y neurolépticos, pero los precios solo pueden asumirlo quienes tienen familiares en el extranjero que les envían remesas", señala Bárbara Riquelme, vecina del consejo popular San Francisco de Paula.  

"Y una se pregunta cómo lo logran los particulares y no el Estado, en un país como Cuba, donde puedes ir preso por vender un racimo de plátanos o una ristra de ajo, ya que el Partido tiene la mala maña de controlar hasta el aire que se respira. ¿Cómo hacemos aquellos que solo dependemos de un salario estatal o una chequera de jubilación o de asistencia social? Para colmo, escuchas noticias de que ahora los medicamentos, aquellos controlados por el tarjetón, solo podrás comprarlo con la libreta de la bodega mediante, o que estarán racionados. Este Gobierno es estupendo en el arte de racionar hasta el coito", agrega Riquelme.

A mediados de abril pasado las autoridades de Salud Pública en Ciego de Ávila habrían implementado el racionamiento de medicamentos controlados, como antibióticos y neurolépticos, como medida ante el déficit de cuadro básico de medicamentos. Luis Orlando Rico Martell, jefe del Departamento de Medicamentos y Tecnologías en la Dirección General de Salud, admitía que en el caso del antihipertensivo Enalapril solo había disponibilidad para cubrir el 70% de la dosis, por lo que cada paciente podría adquirir solo un frasco.

Luego, el directivo acotaba que, como norma, "al no recibir la dosis completa del medicamento controlado, el paciente podrá acudir, a los siete días de su compra, a la farmacia y, si aún está disponible, recibirá la parte restante. Esta posibilidad responde al hecho de que no se han actualizado los tarjetones desde hace un buen tiempo y puede existir algún sobrante por emigración u otras causas", justificaba el funcionario. 

"Es decir, que la presión te puede subir, pero solo las veces que quepan en un blíster de Enalapril, y supongo que será lo mismo para nosotros, los asmáticos, que solo podremos tener el total de asma que quepa en las dosis que traiga el inhalador. O lo que es mejor, esperar que un paciente emigre, le den baja de la Oficoda y así se pueda dividir su cuota entre los que nos quedamos en 'Cubita la Bella'", ironiza María Esther Carvajal, vecina del consejo popular Aldabó.

"Se supone que los medicamentos controlados por tarjetón son esenciales para el paciente. Que se trata de medicamentos que mantienen bajo control la presión arterial, la insuficiencia cardíaca o la crisis asmática, por citar solo tres ejemplos. Si también tendremos que hacer ayuno de los medicamentos que nos prescriben, entonces no necesitamos a los médicos, ya que nuestras esperanzas de vida las dictarán los directivos de estas empresas, o el ministerio de Finanzas y Precios", añade Carvajal, en referencia a las recientes Resoluciones 21 y 22 del Ministerio de Finanzas y Precios, que aumentan los precios para productos del Programa de Medicina Natural y Tradicional.

Esta medida, publicaba el diario Granma, "forma parte de las Proyecciones de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía, anunciadas por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, en la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular". A esto añadía Vladimir Regueiro Ale, titular de Finanzas y Precios, "que los precios que tienen estos productos actualmente son irracionales, 'prácticamente simbólicos', y están muy desactualizados en correspondencia con el gasto de su manufactura.

"En conclusión, que no pueden cubrir ni la demanda del cuadro básico de medicamentos, ni los controlados por tarjetón, ni asumir el coste de producción para los productos naturales y tradicionales. Ya luego hablamos de esas otras estadísticas que, según el Gobierno, coloca la esperanza de vida del cubano entre las más altas del mundo", concluye Carvajal.

 

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3 comentarios

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Profile picture for user eldelbarriodeenfrente

Va a ocurrir un fenómeno de extinción poblacional ..

Profile picture for user Pedro Benitez

Quieren usar las bodegas para repartir medicamentos. Parece que la cadena de distribución que surte a las farmacias colapsó. Sin embargo, los medicamentos disponibles son cada vez menos, acentuando la posibilidad de una crisis humanitaria.

Profile picture for user Ana J. Faya

Sencillamente: lo que no hay, no se puede repartir.
Por otra parte, en el manicomio que es Cuba, nadie escapa. Ese infeliz cubano dice que "tanto la Revolución como el Gobierno deberían darse por vencidos." No hay revolución hace rato y el gobierno es un régimen totalitario que "por vencido" no se declarará porque dejarían de existir.