Back to top
Negocios

GAESA vs. Hugo Cancio, o la concesionaria de automóviles en Cuba que no compra en EEUU

En la Isla hay un negocio de venta de carros que rivaliza con el de las exportadoras autorizadas por Washington y que no maneja un empresario afín al régimen.

Madrid
Carros importados a Cuba tras su descarga en Mariel.
Carros importados a Cuba tras su descarga en Mariel. Jorge L. Valdés Bartutis / X

En abril de 2024, el Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba, entidad privada que promueve el fin del embargo y el aumento de los negocios entre Washington y La Habana, aseguró que eran al menos 22 las empresas con sede en los Estados Unidos con licencias para exportar vehículos de diverso tipo a Cuba.

Ese negocio, que no ha parado de crecer desde que la Administración de Joe Biden le diera luz verde en mayo de 2022, y que ha supuesto más de 30 millones de dólares en adquisiciones solo en los pasados 15 meses, pareciera florecer gracias al trasiego constante de mercancías entre ambos países, pese al embargo del que el régimen cubano se queja sin pausa.

Pero hay un negocio de venta de carros de todo tipo en Cuba que rivaliza con el de las exportadoras de EEUU, y que no maneja un empresario afín al régimen, como Hugo Cancio, y que tampoco adquiere sus vehículos a través de compras en el vecino del norte. Se trata de un mercado automovilístico que administra nada menos que el conglomerado empresarial de los militares cubanos, GAESA.

Convenientemente camuflada dentro de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), Carrosw, que se presenta como "Vehículos de importación", ofrece a personas naturales y jurídicas en Cuba un surtido envidiable  de carros nuevos y de uso certificados, que garantiza la entrega en hasta 15 días del modelo seleccionado, llevado a la Isla desde Panamá. Los interesados pueden adquirir la cantidad de carros que deseen.

Carrosw incluye en su catálogo buses y camiones, equipos ligeros y pesados, motocicletas y sus partes, así como todoterrenos, de gasolina e híbridos, con un surtido de marcas como Chevrolet, Toyota, Kia, Nissan, Hyundai, Suzuki, Ford, Lexus, BMW, Cadillac, Lincoln, Peugeot, Renault, Volvo, Audi, hasta sumar 42.

Por pura curiosidad, revisé el surtido de carros Porsche, de los más caros del catálogo, y encontré 13 modelos disponibles. De entre ellos, resalta un Taycan Turbo S de 2024 nuevo por 251.747 dólares, y otro 911 Carrera S de 2020, con 10.000 kilómetros, por 173.351 dólares. 

En cuanto a Chevrolets, son 38 los modelos a la venta, todos nuevos. Entre ellos destacan modelos Suburban de 2024 de gasolina para siete pasajeros (96.282 dólares); un microbús N400 (23.900 dólares); un pick up Silverado ZR2 (82.608 dólares), e incluso tres modelos de Corvettes (de entre 187.956 y 207.959 dólares). 

Los interesados pueden filtrar en la web del negocio el vehículo de su elección por marca, año, kilometraje y tipo de combustible, entre otras características, y reservarlo con un anticipo pagado en línea de 1.000 dólares, que será luego descontado del precio total. 

A ello hay que sumar el margen comercial de la importadora y los impuestos del vehículo, lo cual depende del tipo de cliente (persona natural o jurídica), que se pagan directamente a la entidad que hizo la operación. O sea, un monto que no se incluye en el precio final del automóvil y que es distinto en cada caso.

Los ejemplos anteriores, que apuntan a precios astronómicos, tienen como contraparte ofertas más económicas, como modelos del Suzuki Swift con costos que oscilan entre los 19.800 y los 23.680 dólares, o una amplia variedad de Toyota (276 disponibles), por importes variables. Ello, por supuesto, tomando en cuenta los altos precios de los automóviles de uso en Cuba y la inexistencia de un mercado competitivo y fuera del control estatal para adquirir vehículos.

Pese a la opacidad del negocio que supone Carrosw, algunos de los detalles de su modelo de comercialización permiten adivinar quién lo maneja. Por ejemplo, según las instrucciones del vendedor, los vehículos pueden pagarse usando tarjetas Visa, MasterCard o el saldo TropiPay. Este último es un conocido monedero electrónico que GAESA promueve para el envío de remesas y la realización de pagos en Cuba.

Pero, ¿es GAESA quién mueve los hilos del negocio automovilístico de la Zona Especial de Desarrollo Mariel? En 2011, el fallecido general de división Luis Alberto Rodríguez López-Calleja fue nombrado por Raúl Castro al frente de la Comisión del Gobierno para la atención a la ZEDM, una entidad nacional adscrita al Consejo de Ministros de la República.

Hoy ese negocio de La Habana es dirigido por Ana Teresa Igarza Martínez, quien fuera anteriormente la directora jurídica de GAESA. 

Dado que los automóviles que vende Carrosw proceden de Panamá, según asegura su página oficial, toca rastrear el origen del negocio. Y he aquí que en 2022, el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) cubano informó que el gerente general de la Zona Libre de Colón, Giovanni Ferrari, e Igarza Martínez, suscribieron un acuerdo de cooperación en el que se comprometieron a la creación de "una alianza dirigida a consolidar intercambios técnicos y negocios conjuntos, incluido el comercio mutuamente ventajoso de exportación".

A falta de detalles sobre cómo funciona Carrosw, queda preguntarse, ¿por qué GAESA querría tener su propia concesionaria de automóviles? ¿No obtiene ya suficientes ingresos del negocio de importación que manejan desde EEUU las empresas con licencias de Washington?

Como dijera Alejandro Cantón, director de la empresa Maravana Cargo, de Hialeah, que tiene una de esas licencias, la Aduana General de la República de Cuba cobra entre 20.000 y 56.000 dólares por cada carro importado.

"Han venido autos que han sido valorados en 20.000 dólares y hasta 56.000 dólares. Eso depende, por supuesto, del modelo, la gama y la calidad del auto. Pero esos han sido los rangos en los que hemos enviado autos nosotros", dijo el director de la empresa, que afirmó desconocer qué requisitos tiene en cuenta la Aduana cubana para fijar un precio.

De este negocio otras empresas estatales sacan tajada, como es el caso de IMPEXPORT, que no solo oficia como intermediaria en la importación de los vehículos de EEUU, sino que además vende modelos cuyo mercado de origen no aclara.

En febrero de 2023, el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, informó en la televisión nacional la autorización para la venta mayorista en MLC de vehículos de motor nuevos y de segunda mano a todas las personas jurídicas cubanas y extranjeras, lo mismo empresas estatales, firmas foráneas, cooperativas, MIPYMES o cualquier otra forma de gestión.

El funcionario aclaró que esas ventas se realizarían a través de comercializadoras mayoristas a precios formados a partir del costo de adquisición, más hasta un 30% de margen comercial. ¿Cumple GAESA con esas normas en su concesionaria de Mariel? Difícil saberlo.

Eso sí, según el Consejo Económico y Comercial Cuba-EEUU, entre enero y marzo de 2024 la suma invertida por compradores de la Isla en carros usados de diverso tipo casi se triplicó en comparación con el año anterior. Y ello aplica solamente para los vehículos que llegan del vecino del norte.

Por tanto, ¿iba GAESA a quedar fuera de ese negocio? ¿Por qué no maximizar las ganancias, ya de por sí abultadas, que EEUU le ha permitido obtener al oficiar como intermediaria entre las importadoras de carros de la nación del norte y el comprador final en la Isla, ávido de conseguir vehículos modernos y de altas prestaciones en un mercado cerrado, en el que comprar un automóvil es más caro y complicado que emigrar? Y, una vez en esa posición privilegiada, ¿por qué no montar un negocio propio y operar en toda regla como el monopolio económico que ya es?

Más información

5 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

Huguito el Diablo te premia pero te lo cobra , pronto estarás como Judas despreciado por todos y ya sabes cual fue su final .

Profile picture for user Ana J. Faya

SI el régimen no hablara de socialismo o revolución, SI no hiciera política sobre el bienestar de la población, SI la gente no estuviera pasando hambre, SI la gente tuviera viviendas, SI los salarios permitieran comprar medios de transporte, SI se garantizaran producciones al menos mínimas, SI no se supiera que los negocios de GAESA se hacen sobre las costillas de los cubanos, comprar y revender carros sería normal.

Cuba no se ha acabado de ir a pique por el dinero de esos a los que el innombrable se refería como “no los queremos… no los necesitamos”.

En la recien concluida temporada del "circo nacional", el buffon marrano matrero entre sus amenazas y criticas incluyo la de "en Cuba entran algunos carros incompatibles con nuestra sociedad".
Obviamente los carneros que compraron esos carros lo van a perder (a menos que se lo compraron a gaesa......

Profile picture for user cubano libre

Imagino que las estafas al Medicaid, Medicare, los Seguros, deben estar al incremento en USA, estoy seguro que gran parte del dinero para pagar esos carros a precios desorbitados sale del bolsillo del contribuyente americano, al final USA paga todo, gracias al cagalitroso y tarúpido “Presidente”.